A través de los relatos, los niños también se divierten y además, potencian la imaginación y afectividad. Si lo pruebas, llegarás a la conclusión de que el "Érase una vez.." tiene efectos mágicos para ambos.
De las pérdidas que acarrean la vida moderna y sus prisas, una de las más dolorosas es la del hábito de contar cuentos a los niños. La costumbre de narrar historias a los más pequeños apenas perdura en algunos hogares, ha sido delegada a la televisión, a los profesores de guardería o a los cuentacuentos profesionales.
Sin embargo, la técnica del relato oral acompañada de gestos, cambios de voces, cambio de entonación, pausas suspensivas,... puede resultar divertido para los niños. Pruébalo!!
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